Frente a una nueva prorroga de facultades Proyecto Sur se abstuvo
Frente a una nueva prorroga de facultades delegadas Proyecto Sur se abstuvo en la votación.
Nuestro diputado Claudio Lozano, junto a Eduardo Macalusse, María América González, Delia Bissuti, Verónica Benas; Nidia Naim y Miguel Bonasso no respaldaron la prorroga de facultades del Congreso al Poder Ejecutivo.
De esta manera salimos de la encrucijada en la que se debatió el parlamento, ajena a los intereses y sentimientos del conjunto mayoritario de los argentinos.
Después del Pacto de Olivos y con 15 años de prorrogas los resultados están a la vista: desde lo institucional desprestigio del Congreso, falta injustificada de cumplimiento con la Constitución y deterioro de la calidad institucional; desde lo económico el atraso, la dependencia y la concentración de la riqueza son datos incontrastables y desde lo social el peor derrumbe con 14 millones de pobres, entre los cuales 5 son indigentes, siendo la mayoría de ellos niños. La defensa de la prorroga resulta a todas luces injustificada.
El gobierno después de 6 largos años incorporó una matriz de concentración de atribuciones y facultades con la que se familiarizó. Y sin la cual parece no poder gobernar. Convalidar el defecto es ser cómplice de decisiones del Poder Ejecutivo con las que nada tenemos que ver. Por caso el manejo arbitrario de los subsidios a las compañías energéticas y de transporte, el mantenimiento de las escandalosas concesiones a las empresas privatizadas, el pago de deuda ilegítima en detrimento del bienestar social o la adulteración de los índices de precios con los cuales pretender dibujar una realidad ajena a la que vive la población de a pie.
El manejo de las retenciones fue el eje de la cuestión. Allí se parapetó la otra cara del bipartidismo. El voto negativa del sector careció de autoridad moral. La prorroga es lo que vienen haciendo desde 1994. Pretender que súbitamente hubiera amanecido en ellos respeto a la letra de la Constitución, comporta un infantilismo que nadie cree. Detrás del “no” se abroquelaron los intereses de sectores privilegiados que buscan eludir el aporte que, como consecuencia de una renta extraordinaria fruto de nuestro suelo, quieren retener en sus manos sin compartir con nadie. Nos referimos a los grupos más concentrados y de mayor magnitud productiva y financiera, y no a pequeños productores que hacen un acompañamiento equivocado en su lucha por la supervivencia. Esta oposición cuya propuesta es aferrarse a viejos privilegios y se prepara para la alternancia bipartidista, es la otra cara de la misma moneda. El oficialismo se siente muy cómodo con esta “oposición”.
Proyecto Sur constituye una alternativa a estas dos opciones. Nuestra postura con respecto a las retenciones es pública, pretendemos que sean móviles y segmentadas, que institucionalmente el Congreso apruebe una ley marco para el desenvolvimiento de las mismas y quede la administración en manos del Poder Ejecutivo. Esta visión no está contemplada por ninguna de las dos patas del bipartidismo.
Siendo nuestro bloque de un solo diputado y pudiendo para la ocasión articular un acuerdo con otros seis diputados, el voto debía reflejar dentro de lo posible, la distancia que nos separa de uno u otro grupo. La abstención fue la respuesta más inteligente.
La posición de quienes votaron la prorroga a favor del oficialismo desde posiciones de “centro-izquierda” son ajenas a Proyecto Sur. No es como razona algún periodista que “no votar con el gobierno luego de pequeñas concesiones hechas por el mismo nos hace funcionales a la derecha”. Omite el periodista que en una cantidad importante de temas que van del saqueo y la contaminación de la minería hasta las obscenas ganancias y fuga de capitales del sector financiero, a la derecha del gobierno solo está la pared.
Insistimos, trabajamos para ser una alternativa superadora al bipartidismo. Una parte importante de nuestro pueblo ya lo ha notado y respaldo nuestra propuesta. Debe saber que nos tenderán una y otra vez trampas para alinearnos en el régimen. Y que una y otra vez buscaremos los medios de no ser entrampados. Debe saber que muchas cosas son conversables en política, pero el Proyecto Emancipador con el que nos hemos comprometido ante nuestro pueblo no es negociable.
Mario Mazzitelli
Frente a una nueva prorroga de facultades delegadas Proyecto Sur se abstuvo en la votación.
Nuestro diputado Claudio Lozano, junto a Eduardo Macalusse, María América González, Delia Bissuti, Verónica Benas; Nidia Naim y Miguel Bonasso no respaldaron la prorroga de facultades del Congreso al Poder Ejecutivo.
De esta manera salimos de la encrucijada en la que se debatió el parlamento, ajena a los intereses y sentimientos del conjunto mayoritario de los argentinos.
Después del Pacto de Olivos y con 15 años de prorrogas los resultados están a la vista: desde lo institucional desprestigio del Congreso, falta injustificada de cumplimiento con la Constitución y deterioro de la calidad institucional; desde lo económico el atraso, la dependencia y la concentración de la riqueza son datos incontrastables y desde lo social el peor derrumbe con 14 millones de pobres, entre los cuales 5 son indigentes, siendo la mayoría de ellos niños. La defensa de la prorroga resulta a todas luces injustificada.
El gobierno después de 6 largos años incorporó una matriz de concentración de atribuciones y facultades con la que se familiarizó. Y sin la cual parece no poder gobernar. Convalidar el defecto es ser cómplice de decisiones del Poder Ejecutivo con las que nada tenemos que ver. Por caso el manejo arbitrario de los subsidios a las compañías energéticas y de transporte, el mantenimiento de las escandalosas concesiones a las empresas privatizadas, el pago de deuda ilegítima en detrimento del bienestar social o la adulteración de los índices de precios con los cuales pretender dibujar una realidad ajena a la que vive la población de a pie.
El manejo de las retenciones fue el eje de la cuestión. Allí se parapetó la otra cara del bipartidismo. El voto negativa del sector careció de autoridad moral. La prorroga es lo que vienen haciendo desde 1994. Pretender que súbitamente hubiera amanecido en ellos respeto a la letra de la Constitución, comporta un infantilismo que nadie cree. Detrás del “no” se abroquelaron los intereses de sectores privilegiados que buscan eludir el aporte que, como consecuencia de una renta extraordinaria fruto de nuestro suelo, quieren retener en sus manos sin compartir con nadie. Nos referimos a los grupos más concentrados y de mayor magnitud productiva y financiera, y no a pequeños productores que hacen un acompañamiento equivocado en su lucha por la supervivencia. Esta oposición cuya propuesta es aferrarse a viejos privilegios y se prepara para la alternancia bipartidista, es la otra cara de la misma moneda. El oficialismo se siente muy cómodo con esta “oposición”.
Proyecto Sur constituye una alternativa a estas dos opciones. Nuestra postura con respecto a las retenciones es pública, pretendemos que sean móviles y segmentadas, que institucionalmente el Congreso apruebe una ley marco para el desenvolvimiento de las mismas y quede la administración en manos del Poder Ejecutivo. Esta visión no está contemplada por ninguna de las dos patas del bipartidismo.
Siendo nuestro bloque de un solo diputado y pudiendo para la ocasión articular un acuerdo con otros seis diputados, el voto debía reflejar dentro de lo posible, la distancia que nos separa de uno u otro grupo. La abstención fue la respuesta más inteligente.
La posición de quienes votaron la prorroga a favor del oficialismo desde posiciones de “centro-izquierda” son ajenas a Proyecto Sur. No es como razona algún periodista que “no votar con el gobierno luego de pequeñas concesiones hechas por el mismo nos hace funcionales a la derecha”. Omite el periodista que en una cantidad importante de temas que van del saqueo y la contaminación de la minería hasta las obscenas ganancias y fuga de capitales del sector financiero, a la derecha del gobierno solo está la pared.
Insistimos, trabajamos para ser una alternativa superadora al bipartidismo. Una parte importante de nuestro pueblo ya lo ha notado y respaldo nuestra propuesta. Debe saber que nos tenderán una y otra vez trampas para alinearnos en el régimen. Y que una y otra vez buscaremos los medios de no ser entrampados. Debe saber que muchas cosas son conversables en política, pero el Proyecto Emancipador con el que nos hemos comprometido ante nuestro pueblo no es negociable.
Mario Mazzitelli
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