Discusión por salarios y el impuesto a las Ganancias: una carrera contra la inflación

Fuente: Diairio Cronica edicion lunes 7 de junio

Diversos sectores gremiales tienen expectativas centradas no sólo en la discusión paritaria por la pauta salarial sino por la discusión en torno al mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, que grava los salarios y amenaza con diluir los incrementos que buscan negociarse en paritarias. Por otro lado, con una canasta que a nivel nacional está fijada en el orden de los 4.500 pesos (valor que el "costo Comodoro" puede elevar en forma considerable), muchos sindicatos reclaman en las negociaciones la fijación de un salario básico que asegure la cobertura de ese valor mínimo, antes que porcentajes fijos.

En la última semana hubo sectores gremiales que acordaron incrementos salariales, tal el caso del Comercio, con un 27 por ciento, mientras que los petroleros de ambos rubros (de base y jerárquicos) advirtieron que antes de la pauta salarial aguardan cambios en el impuesto a las ganancias. Asimismo, desde la Alimentación se dijo que en la región se buscará una pauta de entre 35 y 40 por ciento, para los trabajadores de las plantas procesadoras de pescado de la región.
En las últimas horas crecieron las especulaciones de que en distintos ámbitos gremiales que ya habían acordado incrementos en marzo pedirían la reapertura de la negociación paritaria, ante el crecimiento inflacionario de los últimos meses. Entre éstos, medios nacionales citaron el caso del gremio Bancario, que había acordado un 23,5 por ciento en marzo y que podría pedir una nueva paritaria.
La definición del objetivo de las discusiones la dio un dirigente de los trabajadores de plantas pesqueras en los últimos días: "No se busca un incremento, sino recomponer el deterioro de la capacidad adquisitiva de los salarios, ante el avance de la inflación", había dicho días atrás Oscar Lapalma, del sindicato de la Alimentación y en referencia a los trabajadores de plantas pesqueras de la ciudad.
En efecto, la gran duda pasa no sólo por las distorsiones y el descreimiento hacia los índices oficiales del INDEC en torno al costo de vida, sino también que en Comodoro Rivadavia se carece de instrumentos concretos para medir el mayor costo que caracteriza a la región. En ese marco hay una inflación indirecta, que se suma al crecimiento de los precios que se arrastra en todo el país, pero que en esta zona tiene un mayor componente a raíz de los efectos de la actividad petrolera. Por lo general, dicho factor es notable en los valores de los alquileres y, según analistas de mercado, en el llamado "costo de oportunidad", en el que la plaza ofrece mayores precios por la razón de que muchos de los demandantes están en condiciones de pagarlo (lo que, paralelamente, provoca mayor exclusión para los sectores que no están involucrados en ese circuito económico).
Entre los dirigentes petroleros, precisamente, hay una especial preocupación por lo que pueda resolverse en torno al impuesto a las ganancias y la posible modificación del mínimo no imponible. Para ello hay proyectos de ley en el Congreso, aunque dirigentes nacionales encabezados por el camionero Hugo Moyano pidieron que el gobierno avance en la modificación. En la actualidad, el mínimo no imposible es de 4.015 pesos para trabajadores solteros y de 5.524 para casados.
A nivel regional, los petroleros habían logrado una serie de exenciones para posibilitar que los mínimos sean más elevados (por ejemplo, excluyendo algunos rubros a la hora de aplicar los gravámenes) pero la perspectiva de nuevos incrementos haría caer una mayor porción de los salarios bajo el alcance del impuesto. En definitiva, los aumentos logrados por un lado podrían borrarse por la aplicación del impuesto.
Por ello, en los próximos días crecerá la discusión que tendrá dos andariveles complementarios: la discusión paritaria por nuevos incrementos, por un lado y el reclamo para elevar el mínimo de Ganancias, lo que en la práctica puede funcionar como un incremento indirecto, al posibilitar que más porcentaje de ingresos vaya al bolsillo de los trabajadores.